En defensa del Guadalope
Porque en Teruel, los
ríos también existen.
La forma en que se ha realizado
el desembalse de las aguas de la presa
de Santolea es un ejemplo más de falta
de seriedad y de interés a la hora de actuar en la España vacía. Al menos eso
parece, dadas las graves afecciones que han ocasionado los lodos al
propio ecosistema del río, al agua de boca o las aguas para riegos de pueblos abajo.
Algo parecido ocurrió en los años
1995-97 con el vaciado de la presa de Joaquín Costa (embalse de Barasona),
cuando la cantidad de lodos que arrastró el agua originó tales daños que alertó
la necesidad de regular de forma importante este tipo de actuaciones. A partir
de entonces, todo vaciado de presa debe realizarse de forma paulatina, poniendo
a salvo por un lado la fauna piscícola para evitar muertes masivas y por otro lado evitando que los lodos
desciendan en grandes cantidades con el agua desembalsada, reteniéndolos y
retirándolos del cauce.
Pues bien, todo indica que esto
no se ha hecho correctamente: cuatro meses después del vaciado de la Presa de
Santolea, el ecosistema del Río Guadalope sigue gravemente alterado y las
poblaciones aún no tienen agua de boca o para riegos.
Ante esto, diversas entidades ciudadanas se han unido para
realizar actos reivindicativos el día 17 de abril, conjuntamente con la “Marcha
del Ebro” que viene recorriendo diferentes localidades en defensa del Ebro, de
sus ríos y sus gentes.
Son, entre otras: Asociación
Santolea Viva, Salvemos el Puente de Castellote, El Bergantes NO se Toca y
Amigos del Guadalope. Se ha convocado una concentración en Santolea, de donde
saldrá una marcha ciclista que, pasando por Castellote, Abenfigo y Mas de las
Matas, terminará en Aguaviva; allí se realizará un acto de presentación y el
espectáculo de marionetas “Hubo” de la compañía de Teatro “El Patio”.
Esta cita en
torno al Guadalope es un intento de hacerse oír, puesto que pocas personas más
allá de esta comarca saben que en Aguaviva se han tenido que tomar medidas
urgentes para evitar que sus vecinos se quedaran sin agua de boca. Ni que por
las acequias baja barro para regar los campos de Aguaviva, de Castellote o de
Mas de las Matas, con mayor problema
allí donde hay instalados sistemas de riego con las tuberías obstruidas.
Ni sobre las orillas del
Guadalope, ahora cubiertas de varios centímetros de un lodo que no deja
respirar a las raíces. El lecho del río, las gravas laterales y la vegetación ribereña han perdido su
capacidad de ser soporte de vida. Si
falla la vegetación de las riberas, falla el filtro natural de las aguas, o el
refugio y alimento a diferentes especies de animales, tanto del propio río como
del entorno que sustenta. Se está
dejando sin vida las aguas de un Guadalope hasta ahora muy frecuentado y conocido por pescadores
y amantes de la naturaleza.
Tampoco conocen la historia del
pueblo de Santolea, sacrificado por la construcción del pantano. La próspera
localidad finalmente fue demolida casa por casa en el año 1972, a pesar de que nunca se ha inundado ni se
inundará por el embalse. Sus oriundos y descendientes piden que su memoria sea
restituida antes de que las obras del pantano terminen, para así hacer justicia
y reconocimiento a Santolea y a los santoleanos/as.
Esta llamada sobre el Guadalope
es también un intento de invitar a las gentes de esta zona en una fuerza común,
porque en los tiempos que corren, ahora más que nunca es necesario que en los
pueblos se recuerde que la naturaleza son la base de su existencia, que las
tierras, los montes y los ríos son parte
de su identidad; que sin ríos vivos no hay pueblos vivos.
El daño ya está hecho y parece
que ahora las soluciones están sobre la mesa.
Es difícil confiar en que las
medidas que se van a tomar sean las adecuadas, dadas las circunstancias. El
proyecto del recrecimiento del embalse lleva décadas sobre la mesa. Una vez
autorizado y comenzadas las obras, tuvo que retirarse porque que el proyecto
que no tuvo en cuenta “ciertos problemas de estabilidad geológica de la
zona”. Reescrito de nuevo, los hechos
constatan otro flagrante error: el proyecto no había incorporado las afecciones
a los usos derivados del Azud de Abenfigo. Además se cuestiona la capacidad de la ataguía
construida para retener los lodos.
Son los resultados de sus acciones los que ponen en
cuestión a las entidades, empresas y
administraciones responsables de todo este desaguisado.
Ante estos antecedentes... ¿qué
garantía tenemos de que se hará bien a partir de ahora?
Es posible que con las lluvias de
primavera bajen más lodos y la lengua de
barro llegue al embalse de Calanda. Es
posible que la capacidad de las riberas de regenerar vida se agote y
acabe también muriendo. Es posible que el azud, que ya no es azud porque está
totalmente colmatado de barro, continúe
desviando agua con lodos a las acequias.
Y es posible que los pueblos afectados se unan en una sola voz y tomen
las riendas de lo que ocurre en sus tierras.
Asociación Amigos del Guadalope - Asociación
Santolea Viva - COAGRET - El Bergantes NO se Toca - Salvemos
el Puente de Castellote.
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